Al momento del Golpe Militar estaba esperando su entrada a la Universidad de Concepción en la carrera de Historia. Fue el cuarto de cinco hermanos y tenía sólo 19 años. Cuando intentaba salir del país fue interceptado, ferozmente torturado y posteriormente desecharon su cuerpo en el Arrayán junto a otros militantes, con una leyenda que decía “por traición al MIR” intentando hacerlo pasar por un enfrentamiento.